Por Favor, No Le Den Pesacado Ni Leche a los gatitos

              Hace un año, 3 meses y 3 días gozamos de la presencia de un lindo gatito que tenía inicialmente unos lindos ojos azules y su piel era blanca como la nieve, desde el momento de su llegada a nuestro hogar dio mucha alegría y muchos ratos divertidos, todos estábamos enamorados de este gatito, lo llevábamos de viaje y dormía todo el tiempo muy juicioso y donde llegaba se apenaba y se escondía hasta sentir confianza. Esta energía era buena y desde el momento de su llegada a la casa se sintió una buena vibra, el ambiente era más cálido, volvimos a sonreír, porque teníamos tiempos difíciles y él nos hizo cambiar de actitud en la vida, todos nos encontrábamos alejados, distantes y este animalito volvió a unirnos y a sentir y compartir muchas cosas. Puedo decir que hasta en lo material todo fluyó, se sintieron muchos cambios positivos y ahí empece a creer en la magia y positivo de tener una mascota en la casa.
Hoy estamos muy tristes, partió de esta vida, este lindo gatito "MICHO", la falta y el vacío es grande, nos acostumbramos a sus masajes, a sus saludo en la mañana, a sus travesuras, a su forma de pedir comida y cuando se estresaba se sacudía, y se iba a comer.
Hay personas que nos aconsejan acerca de los animales, pero esta terquedad de nosotros los humanos nos hacen cometer errores fatales, muy bien una vez nos dijeron de no darle al gato leche, ni pescado, pero como se consentía en lo que pedía todas las mañana pedía leche y se le daba y cuando comíamos el se echaba en una pared al lado del comedor a esperar su bocado de comida, silencioso, pero con sus ojos encima de la comida, hasta que se le daba un poquito y el se llenaba con poco y se iba. El sábado pasado hizo lo mismo, pero la comida era con pescado, siempre le echábamos un poco, pero macizo sin hueso, pero este día se nos ocurrió darle la cabeza del pescado y como se lo comió con tantas ganas se le echo la otra. Al otro día en la mañana nos extraño que no nos saludo al levantarnos, no lo veíamos por ningún lado, de repente salió de un cuarto lento y sin alientos, lo tocamos y estaba muy caliente y se percibía que tenía dolor, se llevó al veterinario  le dieron tratamiento, al otro día amaneció un poco mejor, pero en la madrugada del día siguiente amaneció agonizando y no dio tiempo de llevarlo al médico. Falleció y nos sentimos mal por no hacer caso de la advertencia, por el vació que deja, un simple animalito todo los sentimientos que producen, melancolía e impotencia, la enfermedad se lo llevó en muy poco tiempo y pasa lo que muchas veces pasa en nuestras vidas reales que por no correr o por confiarse mucho en las cosas, cuando se reacciona es demasiado tarde.