GUACAS, TESOROS EN OCAÑA
NORTE DE SANTANDER, COLOMBIA, TIERRA DE HISTORIA Y TESOROS OCULTOS
La ciudad de Ocaña fue fundada EL 14 DE DICIEMBRE DE 1570, por el capitán Francisco
Fernández de Contreras. La
fundación tuvo por objeto la búsqueda de una vía que comunicara el núcleo
urbano de Pamplona con el mar Caribe y el interior del Nuevo Reino. Los
pueblos prehispánicos que habitaron la región, fueron los denominados
tradicionalmente como Hacaritamas y la llamada cultura Mosquito o Bajo magdalenense..
En el transcurso de la guerra de Independencia,
la zona de Ocaña cobra singular importancia estratégica. Aquí Bolívar (1813),
quien denominó la ciudad "brava y libre", consolidó sus fuerzas para
la Campaña Admirable con tropas momposinas y de la región. En 1815, Santander
hace su entrada a Ocaña recibiendo allí el nombramiento de Comandante General
de las tropas de reconquista del norte.
Según estudio de algunos cronistas, podemos
deducir que la provincia de Ocaña fue poblada en un comienzo por castellanos y
navarros. Sucesivamente
afluyeron a Ocaña gentes de Castilla la Nueva y Ponentinos lo que hizo variar
la composición hasta dejarla en 40% extremeño-andaluz; 40% navarro-castellano o
simplemente castellano; y 20% ponentino. Estos pobladores eran por lo general
campesinos y su problema fundamental fue el enfrentamiento. Los motilones para
poder conservarse emigraron hacia el norte y se Internaron en la selva, dejando
paulatinamente sus tierras que fueron aprovechadas por los colonos españoles."
Siguiendo la historia de esta tierra de leyendas y tesoros. Se puede asegurar que
aún hay mucho oro oculto por los colonos que en aquella época de conquista
enterraban sus tesoros en las llamadas posadas de paso, muchos de estos
españoles nunca regresaban a sacar su oro, las plagas, epidemias, los duros
caminos y los enfrentamientos con los indígenas no permitían volver ya que la
muerte y los duros caminos hacían imposible recuperar sus arcas.
Aún en la última década se han escuchado varias
historias de personas que han sacado grandes fortunas, entre estas está la del
edificio “La Guaca” que cuentan que estando varios obreros trabajando dieron un
porrazo en la biga de una puerta de esas casas antiguas, y al caer, caen unas bolsas de tela con morrocotas de oro. Emocionados dejan la
obra tirada y emigran a Barranquilla a darse la gran vida, derrochando toda esa
fortuna y con los años volvieron a Ocaña con las manos nuevamente vacías Y así
cómo esta historia existen ya varias, algunos que han encontrado oro con
detectores de metales y otros en el agua de la virgen con maquinaria pesada
explanando tierras. En la pata de un árbol, y en excavaciones de cementerios de
indios. En fin hay mucha credibilidad en
todo esto que cuentan y más aún cuando se escucha constantemente a los
pobladores hablar de ver alumbrar mucuras o guacas, haciendo en la época de La
Semana Santa que muchos ocañeros y aventureros de otras regiones salgan el viernes
santos a diferentes sitios de la ciudad a buscar tesoros.
Hay dos tesoros famosos de dos acaudalados
famosos de la antigüedad, que aún no han sido encontrados. Es el tesoro de
Ambrosio Alfinger y Anton garcia de Bonilla, el primero conquistador Alemán y
el segundo, nieto de un acaudalado español, y que heredo una gran fortuna de su
padre, llevándolo a ser uno de los más ricos del Cesar y Norte de Santander.
Son tantas los rumores y cuentos de fantasmas,
tierras y casa que alumbran que es indudable pensar que no exista tales
fortunas en esta gran tierra de guerras entre indios y conquistadores, donde se
compraba y vendía con grandes monedas de oro español e indígena, donde era una
fuente vial importante entre la ciudad de Pamplona y Santa marta, por donde se
llevaban todo el oro de estas tierras.